A medida que las organizaciones crecen, su arquitectura digital debe adaptarse para cumplir con las mayores demandas del negocio. Y aunque las empresas han adoptado rápidamente las APIs para mantenerse a la vanguardia y proteger su infraestructura digital, la proliferación de APIs se ha convertido en un problema creciente en los últimos años.

El panorama tradicional de las empresas utiliza más de 500 APIs, la mayoría de las cuales se desarrollan en diversos entornos. Estos entornos pueden tener diferentes estándares de seguridad, lo que crea un entorno que los actores malintencionados adoran aprovechar.

La importancia de las mejores prácticas de seguridad en API

Las organizaciones que no priorizan la ciberseguridad tienen mucho que perder por adoptar una postura laxa. Cada empresa que maneja información de clientes debe priorizar las iniciativas de ciberseguridad, especialmente las industrias financieras y de salud. Estas dos tienen aún más en juego debido a regulaciones externas como HIPAA. Los gobiernos también han adoptado una postura firme para crear protecciones al cliente. Las violaciones de estas leyes pueden acarrear multas considerables.

Si bien una empresa puede manejar las consecuencias financieras, el daño a la confianza y percepción del cliente es mucho más difícil de resolver. La confianza del cliente es difícil de construir y sorprendentemente fácil de perder. Solo se necesita una brecha de datos para perderla.

Esta situación coloca a los líderes de IT en una posición desafiante: sus equipos enfrentan el llamado a lograr más con menos recursos lo más rápido posible. Al mismo tiempo, los equipos de IT son responsables de asegurar que todas las APIs en la infraestructura digital sean seguras, lo cual puede ser un proceso que consume mucho tiempo.

Además, las APIs ahora actúan como una plataforma de lanzamiento para la automatización. Estos proyectos de automatización permiten que todos en la organización participen en proyectos innovadores sin código que impulsan los objetivos comerciales.

MuleSoft ha desarrollado lo necesario para crear una estrategia de seguridad en API, ayudando a enfrentar los desafíos que los equipos de IT presentan al implementar medidas de seguridad en API.

5 mejores prácticas para tu estrategia de seguridad en API

Los cinco pasos se construyen uno sobre otro para desarrollar una estrategia integral.

Protección de API

La protección de API define permisos y controla cuánto acceso tiene un individuo cuando accede a una API.

Gobernanza de API

Los equipos de IT están adoptando un enfoque proactivo hacia la seguridad de API a través de la estandarización.

Seguridad de datos de API

Al controlar qué datos son accesibles dentro de una API, los equipos de IT pueden emplear una capa adicional de protección asegurando que la API no libere todos los datos a cada usuario que accede a ella.

Imagina que una API es una isla con un tesoro enterrado (PII) en algún lugar en medio del océano. La gobernanza de API dictaría la patrulla de seguridad de la isla para mantener alejados a los actores malintencionados que buscan el tesoro de PII. En este punto, la isla implementaría prácticas de seguridad de datos de API para asegurarse de que todos los que lleguen a la isla tengan acceso a las partes que se supone deben acceder.

Descubrimiento de API

No podés asegurar lo que no podés encontrar. Es necesario poder identificar las APIs.

Pruebas de seguridad de API

Realizar pruebas continuas para identificar vulnerabilidades de API.

Toma medidas hacia la seguridad

No es ningún secreto que los equipos de IT tienen muchas tareas en su lista, y una de las más críticas en la que deben enfocarse es en desarrollar un marco integral de seguridad en API. Seguir los cinco pasos anteriores puede ayudar a proteger a una organización de perder la confianza del consumidor y prepararla para el éxito en el futuro.