La presión por cumplir con normativas en tiempo real, la demanda de servicios digitales inmediatos y los márgenes ajustados obligan a los bancos a adoptar tecnologías que agilicen cada trámite sin perder trazabilidad ni seguridad.
En la industria financiera, la capacidad para procesar operaciones de manera veloz dejó de ser una ventaja competitiva para convertirse en una necesidad básica. Procesos que antes requerían semanas hoy se resuelven en cuestión de minutos, impulsados por la automatización y la integración de software.
Este cambio responde a una presión que crece cada día: el 57% de los clientes exige poder abrir una cuenta en menos de una hora, mientras que el margen de interés neto – que mide la ganancia que obtienen los bancos por intereses después de cubrir el costo de los fondos – se ubica en apenas 2,7%, el nivel más bajo registrado.
Las entidades también enfrentan un escenario regulatorio que demanda agilidad extrema: existen actualizaciones normativas cada 12 minutos. Esto obliga a dar respuestas rápidas y trazables. Al mismo tiempo, el 58% de las interacciones migró a canales digitales en el último año, lo que elevó las expectativas de los usuarios sobre la calidad y velocidad del servicio.
De las sucursales a las experiencias digitales sin fricción
Si algo queda claro es que la competencia ya no se define por la cantidad de sucursales, sino por la capacidad de ofrecer experiencias digitales rápidas y seguras.
Procesos clave como la incorporación de clientes, pagos, gestión de préstamos, Open Banking y la vista única del cliente (la representación unificada y centralizada de toda la información relevante de una persona en una sola pantalla o sistema) se convirtieron en determinantes para la percepción de calidad. De hecho, cuando estas piezas funcionan de forma aislada, cada verificación se transforma en un cuello de botella.
En esa dirección, los bancos que hoy marcan la diferencia apuntan a integrar sus sistemas y datos, automatizar procesos y unificar las APIs para controlar desde un único punto todas las interfaces de programación. El objetivo es claro: ofrecer experiencias digitales de alto nivel con seguridad y cumplimiento incorporados desde la etapa de diseño.
El aporte de ACQUA y la tecnología Mulesoft
En ACQUA contamos con operaciones en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Chile, y nos especializamos en la integración de sistemas a través de Mulesoft.
Nuestra propuesta consiste en conectar aplicaciones, datos y dispositivos de manera eficiente y escalable; con el objetivo reducir costos operativos, lograr mayor seguridad y control en el manejo de datos públicos e integrar plataformas legadas con soluciones modernas.
Entre las soluciones que ofrecemos se destacan:
- Planeamiento de Recursos Empresariales (ERP): Optimización y automatización de la gestión administrativa.
- Integración de Servicios y Sistemas: Conectamos plataformas y datos con Mulesoft, garantizando interoperabilidad.
- Soluciones móviles: Aplicaciones escalables para mejorar la eficiencia y accesibilidad de los servicios digitales.
- Transformación digital con Salesforce: Implementamos soluciones cloud seguras y flexibles para el sector público y privado.
El diferencial de Mulesoft reside en su capacidad para habilitar casos de alto impacto, como experiencias bancarias más ágiles, procesos de préstamos optimizados, modelos de Banking as a Service y Open Banking, así como una vista única del cliente para decisiones comerciales más precisas.
En la práctica, la tecnología que ofrecemos permitió a entidades como HSBC, Solarty Credit Union y Atom Bank entre otros a reducir ciclos de desarrollo de 4 semanas a 2 semanas, acortar trámites críticos de 22 días a 22 minutos, ahorrar 600 horas de trabajo y escalar capacidades con portales que ya operan en más de 30 mercados.
Además, nuestra experiencia en conectividad e interoperabilidad respalda implementaciones tanto en bancos como en organismos públicos de la región. Este conocimiento acelera el time-to-value y sostiene un esquema que combina conectividad, automatización y escalabilidad.
Con una estrategia clara y una plataforma probada, las instituciones financieras acortan semanas de trabajo y entregan respuestas en minutos, sin descuidar la seguridad, el cumplimiento normativo y la calidad del servicio.

